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Mostrando entradas de diciembre, 2020

Detectives mexicanos poco conocidos del siglo XX

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  Algo que ocurre continuamente en la historia de Literatura es que siempre hay nombres que por muy diversos factores sobresalen sobre otros y son los que se quedan en la memoria de los lectores. Esto ocurre tanto con los autores como con los personajes creados por éstos. Por ello es que aún en estos días seguimos teniendo presente a personajes como Sherlock Holmes, Hércules Poirot, Jules Maigret, Sam Spade o Philip Marlowe. En el caso de las letras nacionales también hay nombres ilustres como Filiberto García, Héctor Belascoarán Shayne o Edgar “Zurdo” Mendieta, entre otros.  Pero como siempre ocurre, hay otros que no consiguen el mismo reconocimiento y se pierden en las librerías de viejo o en la memoria de sus escasos lectores. Pero para eso están ociosos como yo que nos gusta hablar de lo que a nadie le interesa nada más porque no tenemos nada mejor que hacer. A continuación, una lista de detectives literarios mexicanos poco conocidos (a pesar de ser creaciones, en algunos casos, de

Curiosidades (6): Una muerte muy saludable, de Orlando Ortiz

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  Algo en lo todos podemos estar de acuerdo es en que la figura más relevante del género policíaco en México es sin duda Paco Ignacio Taibo II. No sólo es un referente nacional sino internacional con su prolífica obra del género y por ser una de las mentes creadoras detrás de La semana negra de Gijón , el festival de novela negra más importante del mundo hispanoparlante. Además, se le atribuye el inicio de una nueva modalidad de la narrativa de género negro, denominada como Neopolicíaco y que dejaría una larga estela que sería seguida por diversos autores a lo largo de toda Latinoamérica. Una de las obras más desconocidas de nuestro país que se adscribe a esta variante del policíaco es Una muerte muy saludable , de Orlando Ortiz. La novela narra la historia de Pablo Mistral, un periodista de la Ciudad de México, quien tras investigar una serie de asuntos peligrosos es despedido del periódico donde trabaja y debe exiliarse al puerto de Gatos Pardos, una ciudad ficticia del golfo mexica

Crimen de color oscuro. La tercera vía.

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  A pesar de que no lo parezca, en México la narrativa policíaca existe desde más o menos mediados de los años 40. En ese entonces, los principales autores fueron Antonio Helú, María Elvira Bermúdez, Rafael Bernal y Enrique F. Gual. Estos cuatro escritores cultivaron lo que se conoce como policíaco de enigma. No sería hasta 1969, año en el cual se publicó El complot mongol , del ya citado Rafael Bernal, que nació la novela negra mexicana. La estela dejada por esta obra sería seguida por autores como Paco Ignacio Taibo II o Rafael Ramírez Heredia, para posteriormente surgir varios cultivadores más a partir de los años 90, y de ahí poco a poco ir en aumento hasta llegar al boom que se vive actualmente dicha literatura. Sin embargo, por el camino hubo algunas obras aisladas (algunas bastante notables), que no consiguieron el mismo reconocimiento que las ya consideradas como clásicos. Este es el caso de Crimen de color oscuro , de Ana María Maqueo.   El libro nos narra la historia del ases