Noche de pizza con mi villano, de Daniela L. Guzmán. La fascinación del relato.

A todos nos gustan nuestras zonas de confort, ese lugar familiar donde nos sentimos seguros y cómodos, porque la vida suele ser demasiado difícil la mayor parte del tiempo y necesitamos ese espacio al cuál volver después de una jornada especialmente jodida. Pasa en todos los ámbitos, incluida la literatura. Por ello solemos inclinarnos por ciertos autores y géneros y no volteamos a mirar otras cosas que se salen de dicho marco. En mi caso soy un fiel seguidor de la novela policíaca y rara vez abandono dicho sitio, salvo quizá por la literatura, digamos, “oficial”, para usar un término de Alfonso Reyes. En consecuencia, mi paso por otros géneros suele ser muy superficial. Pero vivimos una época extraña y el tiempo libre que se ha ganado con el encierro por la pandemia ha conseguido que uno se sature hasta de sus propios clichés. Por ello cuando me han llegado sugerencias de textos fuera de mis gustos habituales, me he permitido el riesgo. Y es así como he llegado a Noche de pizz...