Otros 10 detectives mexicanos del siglo XX
Cuando tienes cierto tiempo involucrado en el ambiente
literario te toca escuchar muchas inexactitudes, falacias o, de plano, barbaridades.
Una de ellas es que en México son prácticamente inexistentes los detectives
literarios, salvo contadas excepciones. En este blog se ha demostrado que no
sólo existen, sino que hay muchos más que los casos obvios como Héctor
Belascoarán Shayne o el Zurdo Mendieta. La siguiente lista es ya la cuarta
entrada a este respecto. Diez detectives literarios, varios no tan conocidos;
algunos otros tuvieron su momento de fama décadas atrás, pero hoy sólo los
conocen los muy aficionados al género; y un solo caso de un personaje creado
por escritor de gran renombre, pero que no goza de tanta fama como otras de sus
creaturas. Espero que como sucedió con las entradas anteriores, encuentren
nombres que los sorprendan.
Ex Inspector Valentín Herrera (Rodolfo Usigli)
Un antiguo y célebre policía que dejó el cuerpo para
dedicarse a la investigación privada, una actividad mucho más lucrativa. De él
se dice que es un sujeto sin escrúpulos que intenta sacar provecho tanto de
delincuentes como de sus clientes. Pero también es un tipo inteligente,
analítico y de gran sagacidad. Además, pese a su mala fama, también es un
hombre leal a quien considera sus amigos. Muy posiblemente inspirado en el
policía y detective privado de la vida real Valente Quintana.
Aparece en: Ensayo de un
crimen.
Máximo Roldán (Antonio Helú)
Máximo Roldán es un personaje peculiar dentro de la
novela policíaca mexicana, pues funciona a la vez como detective y ladrón. Tras
descubrir accidentalmente que su jefe, el administrador de los bienes de una
mujer rica, estaba malversando fondos, termina por matarlo en defensa propia.
Como no confía en salir bien librado del asunto (pese a la legítima defensa),
toma el dinero de la caja fuerte y huye, iniciando así su vida criminal. Suele
involucrarse en investigaciones criminales siempre y cuando pueda sacar
provecho económico, como robar joyas de una casa donde se ha cometido un
asesinato, o arrebatarle el botín a una banda de ladrones. Es un tipo amable y
educado, poseedor de un gran poder de observación y deducción que rivaliza con
los de los sabuesos clásicos del género, como Sherlock Holmes o Hércules
Poirot. La diferencia es que él utiliza tan prodigiosas habilidades para
cometer actos criminales, aunque por el camino frustre uno que otro delito.
Aparece en: La obligación de asesinar.
Peter Pérez (Pepe Martínez de
la Vega)
Peter Pérez es detective en la Ciudad de México en los
años 40 y 50. Vive en una accesoria de Peralvillo, duerme en un petate y tiene
por almohada un ladrillo. “Su disfraz está constituido por una barba mugrosa
que se cuelga con unos alambres, una pipa apestosa —que nunca fuma porque se
marea— y una gorrita a cuadros. Sólo se cambia de calcetines cada quincena
debido a su persistente brujez”. Como puede notarse, este personaje es una
parodia de Sherlock Holmes. Hasta en el hecho de que en contraste con los
círculos aristocráticos victorianos en los que se mueve el detective
londinense, Peter Pérez hace uso de sus facultades en los barrios bajos de la
Ciudad de México de mediados del siglo XX y lo acompañan toda la fauna urbana
de aquella época: cirqueros, vendedoras descalzas, gendarmes desdentados,
bebedores de tequila, bailarinas de mambo y tango, aboneros y madres solteras. Es
difícil determinar si es un genio incomprendido o un idiota, pues lo mismo
tiene deducciones sorprendentes que descubren a un delincuente, que otras
completamente erradas que mandan a algún inocente a la cárcel. Fue sumamente
popular en los años 50 y 60, debido a las numerosas radionovelas que
protagonizó y a una película de 1952, donde el Detective de Peralvillo es
interpretado por el actor Antonio Espino, mejor conocido como Clavillazo. Sin
embargo, hoy en día está totalmente olvidado.
Aparece en: Aventuras de
Peter Pérez, detective de Peralvillo y Anexas.
Inspector Obdulio Campos (Rosa
Margot Ochoa)
Investigador de la policía de Yucatán. De sangre
indígena, es un tipo joven y enjuto, de carácter afable y calmado. No obstante,
bajo esa apariencia aparentemente inocua se esconde un tipo astuto, analítico y
con gran poder de deducción. Una suerte de Sherlock Holmes maya.
Aparece en: Corrientes
secretas.
Inspector Vicente Camacho
(José Zamora)
Inspector del Servicio Secreto de la Ciudad de México.
Es un agente sagaz e inteligente, cuya labor policíaca es tan notable que ha
acaparado los titulares de la prensa en más de una ocasión y que le ha valido
el mote de “El Maigret mexicano”. Es un sabueso a la vieja usanza, para el cual
es más importante el cerebro que el revólver. Sin embargo, no es un tipo frío y
cerebral, por lo que en ocasiones peca de poco profesional, sobre todo si hay
alguna dama involucrada.
Aparece en: Desdémona en
apuros y El collar de Jessica Rockson.
Salvatierra (Edmundo Domínguez
Aragonés)
Detective privado al servicio de quien pueda pagar sus
honorarios. Se encarga de investigar toda clase de casos: desde espionaje
empresarial hasta de asesinatos, así como proporcionar servicios de seguridad.
Es un tipo inteligente y astuto, un auténtico profesional que incluso despertó
la admiración de la Agencia Central de Inteligencia de E.E.U.U., que intentó
reclutarlo infructuosamente. Este rechazo se debió, más que nada, a que bajo su
disfraz de mercenario se esconde un agente de los servicios de inteligencia del
Ejército Mexicano.
Aparece en: La fiera de
piel pintada.
Olga Lavanderos (Paco Ignacio
Taibo II)
Olga Lavanderos es periodista en la caótica Ciudad de
México de los años ochenta. Tras abandonar la universidad, trabajó primero en
el diario La Capital como reportera
de espectáculos y posteriormente en la Agencia Italiana de Noticias, recortando
cables de un teletipo. Tiene 23 años, es increíblemente malhablada y alburera,
además de poseedora de una admirable tenacidad (por no decir terquedad), una
vez que encuentra una historia no se detiene hasta llegar al fondo de ella, lo
que la lleva a estar en perpetuo conflicto con policías y con sus propios
empleadores, que ven con malos ojos que se meta a investigar casos de nota roja
que no le corresponden. Vive en un pequeño apartamento en una torre
habitacional de Mixcoac que heredó de sus padres ya fallecidos, teniendo de
vecina a una tía que nunca está y quien deja bajo su cuidado a Toñito, su
sobrino cuatro años. Cuando requiere ayuda en sus investigaciones
periodísticas, suele recurrir a sus ex compañeros de la universidad, la
generación loqueelvientosellevó, que
al igual que ella, no concluyeron la carrera de comunicación y terminaron en
toda clase de innobles empleos. Es rabiosamente chilanga y ama con amor apache
a la siempre compleja Ciudad de México.
Aparece en: Sintiendo que
el campo de batalla y Que todo es
imposible.
Víctor Serrano (Alicia Reyes)
Periodista y escritor en la Ciudad de México. Serrano
es un tipo culto, hábil investigador y soltero empedernido. Al ser un reportero
estrella, el periódico donde trabaja suele mandarlo a cubrir las mejores
historias: desde una exhibición de la obra de Remedios Varo hasta el asesinato
de un importante empresario. Algunos de sus compañeros se refieren a él, con cierta
ironía, como el reportero-detective
porque ha resuelto varios casos criminales mientras realiza su labor
periodística, por lo cual se ha ganado el resentimiento de la policía. Vive en
un apartamento sobre una tienda de antigüedades, acompañado de su fiel perro
Alí. Es, además, un prometedor escritor que apunta a convertirse en “uno de los
grandes”, según la opinión de uno de sus compañeros periodistas.
Aparece en: El almacén de
Coyoacán.
“La Morena” (Myriam Laurini)
La Morena es una periodista originaria de Chihuahua.
Tras la muerte de su padre abandona dicho estado para mudarse a Nuevo Laredo,
donde se gana la vida como reportera de nota roja. Pero tras un incidente con
la Policía Judicial, se ve obligada a huir hacia la ciudad de Mérida. Ahí
inicia un romance con un ciudadano estadounidense al que apoda Clint Eastwood y
trabaja en un periódico local en la sección cultural. Tras la desaparición de
una niña, y con la ayuda de un amigo policía y la esposa del mismo, decide
iniciar una investigación que revela la existencia de una banda dedicada al
tráfico de niños A partir de ahí comienza su peregrinaje por la república
mexicana: Ciudad de México, Mazatlán, Nogales y Tijuana. Es una mujer valiente,
idealista y con corazón de condominio (por enamoradiza). Es bastante perspicaz,
aunque su falta de malicia y sus sentimientos a veces le hacen pasar por alto
datos cruciales. Aun así, eso no le impide ir siempre en pos de la justicia
para el desvalido.
Aparece en: Morena en
rojo.
Próspero Carreón (Gerardo
Porcayo)
Próspero Carreón es un detective privado en la ciudad
de Cuernavaca. Originario de un pequeño pueblo de Guerrero, decide abandonar su
tierra después de un tormentoso divorcio y mudarse a la capital del estado de
Morelos, donde primero trabaja en un taller de reparación de aparatos
electrónicos. Sin embargo, la tristeza y la influencia de las novelas de Mickey
Spillane lo impulsan a cambiar de oficio, iniciando así su carrera como
investigador privado tras un curso de 12 meses que tomó por correo. Normalmente
es un tipo melancólico y reflexivo, pero que bajo esa apariencia inocua esconde
un mal genio que se manifiesta de forma bastante violenta en ocasiones, sobre
todo cuando ha bebido más de la cuenta (lo que ocurre con frecuencia). Es un
peleador cuerpo a cuerpo bastante hábil gracias al entrenamiento en boxeo que
recibió en su juventud; no así en el uso de armas de fuego, cuya pericia es más
bien poca. No es un detective cerebral, sino del tipo intuitivo y que reacciona
a las circunstancias. Su mayor virtud es su obstinación, pues una vez que
inicia el caso, no se detiene hasta resolverlo.
Aparece en: Ciudad espejo,
ciudad niebla.
Comentarios
Publicar un comentario